Retención
No encuentro las alas para volar. No lo consigo.
Me atrapan las cuerdas de mi indecisión. Estoy cansada de titubear ante las puertas de la libertad. ¿No debería de ser mi único propósito? ¿No debería de impulsarme mi ansia de autonomía pura?
La inacción me provoca llantos sordos, lamentos encerrados que desembocan en un falso vacío.
Me agota mi propia inexistencia.
No encuentro las alas para volar. No puedo.
Me atrapan las garras de mi abismo interior. ¿No debería de ser mi única meta? ¿No debería romper la agotadora barrera?
Rara vez me empuja una energía que pareciera elevarme. Me antoja soñar con la autosuficiencia más natural. Dibujo realidades que anhelo. El deseo disocia mi propia vivencia presente que no me sacia completamente.
Cuando la encuentre seré diosa, altísima. Irradiaré grandeza. Seré digna de mi propia fascinación que no hallaba.
¿Y porque no hallaba? Quizás no busqué donde tenía que buscar; en la imperfección, en el ensayo y error, en la mirada empática desde un juicio no destructivo.
Dejaré atrás esa mirada insensata. Volaré, seré extraordiariamente colosal. Porque huelo el cambio, siento la transformación genuina. Y en vida gritaré que estoy construída de sólida osadía y permanente victoria.