Convencional

23.11.2024

 Hay un camino ya construido. Todos suponemos que es ese, está hecho para todos igual.

Tiene unas paradas obligatorias, si no las haces no puedes pasar a la siguiente, como si fuese un videojuego por pantallas, pero no lo es, es la vida; tu vida.

Alguien puso las normas. O algunos. O nadie y simplemente sólo están en el imaginario colectivo. Aún así las normalizamos porque es lo normal, lo esperado y continuamos por ese camino como si fuera una carrera. A ver quién llega antes sin morir en el intento.

Cada vez le veo menos sentido a ese camino. Si es lo natural, ¿por qué sólo unos pocos lo pueden hacer airosos? El resto que lo intenta no llega y lo vive desde el fracaso. De hecho, ante ojos de los que sí lo hacen es un fracaso.

Siempre he tenido espíritu incomformista. No he tomado ese camino. ¿Fracaso? No lo creo. Lo veo casí como un acto de valentía. Hará o no las paradas. Si hace falta me salto una, o vuelvo para atrás, o me quedo un rato en el principio o no llego al final...¡Qué coño! ¡A la mierda ese camino! Me hago otro. Me da igual.

No es un juego, no es una carrera. Quiero regodearme en lo que disfruto y seguir sintiendo intensamente. Soy hedonista. Soy rebelde. Soy sentimental. Pero ante todo no soy convencional.  

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