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No encuentro las alas para volar. No lo consigo.

Me das las piezas y no lo entiendo

Rota. Me dejas sola en medio del bulevar con la promesa de un futuro ya enterrado. Yo te dejo con la miel en los labios. Te provoco y no soy capaz de acabar. No estoy preparada. En realidad ninguno de los dos lo está, ni siquiera sabemos cómo hemos acabado ahí, justo ahí, en medio del bulevar.

Motas varias. Una composición de almuerzo, constipado y polvo de transición. Un complot de destrucción del civismo. Un rio donde convergen ciertos fluidos llega hasta mis pies desparejados provocando una acción que desvanece. Mi dignidad se va con ellos pues al ser partícipe invita a relativizar el caos convirtiéndolo en un rincón cómodo para posar...

Sueles seguir tu rutina; vas, vienes, hablas, respiras, luchas. Y de pronto, sin avisar, nace el impulso más fuerte, la energía más poderosa. ¿Qué puede ser más seductor que sentir que sólo tú tienes el poder absoluto? ¿Cómo no va a atraerte tener el control no solo tuyo sino de tu alrededor? Entonces te levantas y sabes que es tu momento. De lujo....

Te reconozco jovial, natural. Te sigo por la arena.

Todos hemos fantaseado con posibles caminos alternativos que podríamos coger, y que podrían cambiar en mayor o menor medida nuestra vida. Algunas fantasías son más alcanzables que otras, y muchas veces se nos escapan de las manos yendo más allá de lo que en un principio habíamos imaginado. Por ello son fantasías. Sin embargo, a los que somos...